PARTICIPACION DE CAJABAMBA EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA.


En Cajabamba muchos criollos, mestizos, campesinos y aun algunos españoles tomaron parte activa en la causa de la Independencia, brindando una excepcional e importantísima contribución tanto moral, material y económica como veremos detalladamente a continuación.
Bolívar quien ya había llegado al Perú, invitado por el Congreso Constituyente, rápidamente se dio cuenta de la triste situación en que se encontraban las tropas patriotas y el caos en que se debatían los líderes que conducían la patria y convencido que la guerra por la independencia del Perú tenía que triunfar de todas maneras sobre el poderoso ejército realista, para poder así consolidar la independencia de las demás jóvenes naciones sudamericanas, pensó inteligentemente que esta guerra había de hacerse en la sierra central y sur del Perú, donde estaba concentrado el ejército realista; por lo tanto el primer objetivo de su plan sería aclimatar a las tropas y animales con la altura y el frío, por eso, conociendo ya en el terreno la zona de la sierra norte del Perú, desde Huaraz hasta Cajamarca y Lambayeque en la costa, comenzó a concentrar a los diferentes batallones y regimientos patriotas, tanto peruanos como colombianos y algunos destacamentos que quedaban del ejército argentino y un batallón chileno que trajo San Martín, en diferentes ciudades de la sierra norte como Huánuco, Otuzco, Huamachuco, Cajamarca, Cajabamba, luego en seguida en el Callejón de Huaylas, antes de dirigirse a Pasco o Junín.
Otro objetivo a alcanzar de inmediato, por la razón o la fuerza fue el de aprovechar todos los recursos que ofrecía esta rica región de la sierra norte del Perú, para equipar, pertrechar, alimentar, vestir y entrenar convenientemente a la tropas patriotas que iban a iniciar la campaña final por la Independencia.
Bolívar salió de Huamachuco el 11 de diciembre de 1,823 llegando a Cajabamba el mismo día, aquí permaneció el día 12, para pasar revista al Escuadrón “Lanceros de la Victoria” y el 13 partió hacia Cajamarca llegando al atardecer. En el trayecto observó atentamente la geografía y la producción agrícola y pecuaria de esta región, especialmente la del Valle de Condebamba, convenciéndose que no podría encontrar mejores lugares para acantonar en los pueblos de esta sierra norte a las tropas del ejército patriota. Leamos lo que dice Bolívar en acápite de su carta dirigida a Sucre, suscrita en Cajamarca el 14 de diciembre de 1,823, refiriéndose a esta región, escribía lo siguiente:
“Por conclusión: si nos vienen las expediciones de Chile y Panamá, si reunimos los víveres y los bagajes, si no sufrimos nuevas defecciones, si nos viene dinero de Lima, debemos obrar ofensivamente en el mes de mayo.
De otro modo, debemos estar a la defensiva, en observación, por escalones, recogiendo todo y pronto a replegar hasta este país, o a Lambayeque, que son los de más recursos del Bajo Perú. De Cajabamba para acá, todo el país es abierto y propio para obrar con caballería; son veinte leguas de un país con recursos y muy propio para combatir con buenas tropas; lo mismo es Lambayeque, con la añadidura que el clima mata a los soldados de los godos. La Fuente tiene 1,500 caballos magníficos, y puede recogerse 500 más. No faltarán mulas para bagajes. La gente del país se muestra bien dispuesta, aunque cándida y apática. Adiós mi querido general, dentro de ocho días estaré en Trujillo. BOLIVAR”
En otra carta fechada también en Cajamarca el mismo 14 de diciembre de 1,823, dirigida al señor Coronel Tomás de Heres, en su último párrafo le dice: “Al General La Mar dígale usted que tengo el mejor aprecio por su persona, que ansío que venga a Trujillo para que se haga cargo de la División del Perú, pues sin cabeza no hay cuerpo. Además necesito de sus consejos y conocimientos militares, pues esta guerra tiene tales ramificaciones, que necesitamos de muchos hombres de mérito para seguirla con suceso y terminarla con gloria. Adiós mi querido Coronel, soy de Ud. de todo corazón BOLIVAR.”
Por toda esta información se sabe que las tropas de la División Colombiana al mando del General Jacinto Lara acantonaron en Huamachuco, en cuya ciudad instalaron el Cuartel General. En cambio la División Peruana de las tropas patriotas compuesta por la Legión Peruana de Infantería con tres batallones y la caballería patriota conformada por los Húsares de la Legión Peruana y el escuadrón de caballería “Lanceros de la Victoria” conformado íntegramente por soldados cajabambinos, ocuparon la Hacienda de Araqueda con su anexo Chuquibamba en el Fértil Valle de Condebamba, haciendas que fueron puestas a disposición del ejército patriota por sus dueños la señora Margarita Velezmoro y su hijo Coronel José Bonifacio Velezmoro, grandes patriotas; evitando así que fueran incautadas por el gobierno.
El Comandante en Jefe de la División Peruana fue el General José de la Mar que había venido desde Lima, invitado por el Libertador Bolívar; el Jefe del Estado Mayor fue el General Agustín Gamarra; el Jefe de la Caballería Patriota el General Guillermo Millar, a parte de otros altos oficiales que conformaban el Estado Mayor y la jefatura de los diferentes batallones; así el Sargento Mayor de Caballería don Ramón Castilla y Marquezado, fue uno de los oficiales encomendados para la preparación del Regimiento de Caballería “Húsares de la Legión Peruana”, regimiento que en la Batalla de Junín fue el que decidió el triunfo el 06 de agosto de 1,824 por la valiente decisión que tomó el Mayor Andrés Rázuri, al atacar al enemigo por la retaguardia; por esta gran acción Bolívar le otorgó el título de “Húsares de Junín” desde aquella época; aunque en esta batalla no estuvo presente Ramón Castilla.
Todas las tropas que conformaban la División Peruana, por orden del Libertador Bolívar, se trasladaron de Cajamarca para establecerse un tiempo en Cajabamba a partir del 11 de abril de 1,824, hasta su partida a Huaraz, después que les pasó revista en persona el General Simón Bolívar.
La casa antigua donde funcionó el Estado Mayor en Cajabamba, fue de propiedad de una gran patriota, la señora Tomasa Moreno de Linch.
Cajabamba por aquellos meses se convirtió en una gran maestranza de herrería, sastrería, talabartería, para la confección de herraduras, lanzas, estribos, monturas, frenos, ojotas y vestimentas para los soldados de la Patria.
El General La Mar recaudó en cupos y contribuciones voluntarias de la población 27,229 pesos de plata, según narra el escritor cajamarquino Dr. Carlos Burga Larrea en su libro “Cajamarca en la Gesta de la Emancipación”, sin considerar la plata labrada que entregó la iglesia de Cajabamba valorizada en 7,900 pesos; así mismo muchas damas cajabambinas entregaron sus alhajas con el mismo fin; también los campesinos de Cajabamba que desde tiempos del Virreynato gozaban de parte de las rentas que producía la hacienda de Yamobamba para pagar sus tributos, derecho que gozaban por testamento de su propietaria doña Florencia de Mora; pero al haber San Martín suprimido el tributo de los indios, éstos en un arranque de patriotismo lo destinaron para colaborar económicamente en la guerra de la Independencia.
A Cajabamba llegaban en aquellos días los contingentes de reclutas de todas las provincias del norte del Perú, conformando así un total de 2,500 soldados; también eran remitidos a Cajabamba los cupos y aportes económicos voluntarios de todas las provincias del norte y de igual manera el ganado caballar y vacuno que iba a servir para sostener la guerra por la independencia; todas estas acciones fueron minuciosamente ordenadas por el Libertador Simón Bolívar en un oficio que le cursó al señor General don José de La Mar, desde Trujillo el 31 de marzo de 1,824 a través de su Secretario J. Gabriel Pérez, cuya legítima copia lo transcribo al final de estas páginas.
El Dr. Nicolás Rebaza Cueto, en su libro ya mencionado dice que las tropas de infantería patriota se formó con soldados de las provincias y distritos de Cajamarca, Chota, Pataz, Huamachuco, Cajabamba, San Marcos, Ichocán, Chachapoyas y Moyabamba.
Si bien al principio el Libertador Bolívar dudaba del patriotismo de los cajabambinos, despreciándoles el recibimiento que le habían preparado cuando en diciembre de 1,823 vino a revistar el Escuadrón “Lanceros de la Victoria”, en su paso hacia Cajamarca, comportamiento que quizás fue fruto de un exabrupto que frecuentemente se presentaba en la conducta del Libertador, según sus biógrafos, o tal vez fue el recuerdo del levantamiento realista de don Miguel de Escalante y Velezmoro en 1,821 del cual estaba enterado por su Secretario don Faustino Sánchez Carrión; finalmente llegó a convencerse de la lealtad y de la enorme contribución de Cajabamba a la Gesta de la Independencia, cuando en su segundo viaje en abril de 1,824 revistó las tropas patriotas de la División Peruana acantonadas en Cajabamba, comprobando personalmente que se encontraban en óptimas condiciones: bien entrenadas, adecuadamente pertrechadas, correctamente vestidas y equipadas y muy bien alimentadas y atendidas en sus necesidades, con un entusiasmo a toda prueba para iniciar y cerrar con éxito la campaña final por la independencia y convencido que todo esto se había logrado en corto tiempo, gracias a las prolijas y sabias órdenes impartidas por él mismo y sintiendo además que su salud encontró mejoría en esta ciudad en un arranque de entusiasmo exclamó: “Este rincón de los Andes debe llamarse GLORIABAMBA”.


CARTA DE BOLIVAR

SABIAS Y PROLIJAS INSTRUCCIONES DICTADAS POR EL LIBERTADOR SIMON BOLIVAR A TRAVES DE SU SECRETARIO J. GABRIEL PEREZ AL GENERAL JOSE DE LA MAR.

Del Libro “EL GRAN MARISCAL JOSE DE LA MAR” por Luis Alayza y Paz Soldán Páginas. 212-213.
“Al señor General José de La Mar.
S.E. El Libertador me manda prevenir a US. lo siguiente:
1. - Que US. Con toda la columna del ejército del Perú, que está en Cajamarca; se ponga en marcha hacia Cajabamba, haciendo jornadas cortas y bien previstas de antemano por un itinerario bien exacto por órdenes comunicadas anticipadamente. Que toda la tropa vaya vestida y bien abrigada, para que se exponga menos a la rigidez del clima y no se enferme.
2. - Que US. lleve consigo toda la maestranza que calcule necesaria en Cajabamba, donde nada se encontrará en ninguno de los ramos de armería, herrería, talabartería, sastrería, etc. que lleve US. consigo todo el dinero que haya percibido de cupos y contribuciones de todas clases, dejando en Cajamarca y demás lugares del territorio de su mando, la orden terminante de que se remitan a US. a Cajabamba los cupos y contribuciones que se han establecido, y que se vayan percibiendo; que dejen también US. en Cajamarca y lugares del territorio de su mando las órdenes para que se la remitan a Cajabamba los ganados de todas clases y víveres que se hayan calculado para la subsistencia de esa columna; que deje US. las órdenes para que se le remitan a Cajabamba cuanto US. haya pedido para la columna en toda su extensión de necesidades.
3. - Que no se olvide US. de dejar bien establecido el método de reclutas, bien en cuanto al número que se le debe remitir, bien en cuanto al modo de conducirlos a Cajabamba. En fin, deje US. perfectamente organizado el sistema de recibir cuantos objetos y artículos deben suministrar esas provincias para el ejército de su mando, y muy principalmente deje US. organizado el modo de ejecutar estas órdenes en cuanto a recepción y envío, de modo que pueda contar con ellos de un modo seguro.
4. US. debe llevar consigo toda esa columna y todo su material.
El Libertador estará precisamente en Cajabamba el 18 del entrante para revistar esa columna, y para acordar con US. tanto sobre la organización que le falte, como sobre movimientos.
El General Sucre participa que por todas partes recibe noticias de que el enemigo se movía a principios de este mes; y S.E quiere que anticipadamente todo esté organizado y situado donde corresponda, para evitar los desórdenes que son inseparables de las medidas tomadas a la ligera.
S.E quiere señor General, que US. nada deje por su espalda de lo que pertenezca a su columna, llevándolo todo consigo, así en hombres como en objetos, sin olvidar las municiones, las herraduras, ni ningún otro artículo.
Dispone S.E que toda la tropa lleve ponchos o mantas. US. tomará estos ponchos de todo él que lo tenga, aunque sea el de su uso, si no dieren telas con que hacerlos, pues no es justo que perezca el soldado por desabrigo y que el tranquilo se quede en su casa bien abrigado.
Dios Etc. Trujillo, Marzo 31 de 1,824.
J. Gabriel Pérez
NOTA: US: Significa usía o vuestra señoría, antiguo trato de respeto.

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