El Gimnasio Parroquial de Cajabamba: legado del padre Eusebio Arróniz Gómez
En el año 1938, Cajabamba fue testigo de un hecho trascendental: la construcción e inauguración del gimnasio parroquial, levantado en el campo de la parroquia donde hoy funciona el Colegio José Marello. Esta obra fue impulsada por el reverendo padre Eusebio Arróniz Gómez, cuya dedicación y espíritu de servicio marcaron una época en la vida religiosa y educativa del pueblo.
Nacido en Zúñiga, Navarra (España), el 16 de diciembre de 1885, el padre Arróniz fue ordenado sacerdote claretiano el 14 de septiembre de 1910. Inició su labor pastoral en Bolivia, luego en el Seminario de Lima, y más tarde en Trujillo, donde durante trece años dejó profunda huella como rector y capellán de la Cárcel Central. En esa ciudad fundó además la segunda Brigada Scout del Perú, el 10 de agosto de 1916, en el Colegio Seminario de San Carlos y San Marcelo.
En 1927, fue destinado a Cajabamba, donde asumió la parroquia de San Nicolás de Tolentino, permaneciendo hasta 1944. Su paso dejó una herencia de fe, educación y civismo, que se materializó en obras como el gimnasio parroquial —símbolo de progreso y unión comunitaria—, testimonio vivo de su visión y entrega sacerdotal.
F. Urbina
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